martes, 17 de abril de 2012
Vivencias en la Mañana de Viernes Santo
sábado, 14 de abril de 2012
A MARÍA MAGDALENA
Marcan el paso,
Los roncos tambores de mi tierra,
Marcan el paso,
Mientras miles de miradas los contemplan
Y se adentra el sentimiento
Y te invade con sumo recogimiento la pena.
¡Que gesto de dolor en esta noche de luto se te escapa!
¡María Magdalena!
¡Que dolor tan profundo!
Al saber que tu maestro,
Ya duerme el sueño de los justos,
El sueño eterno del que nadie regresa.
Pero en tu corazón perdura la llama,
Del que anunciara la mañana de domingo,
La Resurrección Eterna
Y tu cara de dolor,
Se tornará de esperanza,
Cuando al tercer día,
Te conviertas en la primera.
Sí, la primera mujer en ver,
El rostro de Cristo Resucitado, la primera,
La primera en dar testimonio de su palabra de vida,
La primera en ser precursora de sus enseñanzas,
Para convertirte en una mujer nueva.
Valiente, de esas que luchan
Por la libertad y la justicia, la primera,
Fiel cumplidora del ejemplo de Cristo, la primera,
En amar a Dios y al prójimo, la primera,
Sí, la primera en ser perdonada y perdonar,
La primera mujer, la primera.
Manuel Espejo
31/10/11
domingo, 8 de abril de 2012
Viernes Santo
JESÚS, ESTE AÑO NO TE VI DOBLAR LA ESQUINA
(La lluvia causó estragos la mañana de aquél Viernes Santo de 2011)
Jesús, este año no te vi doblar la esquina,
Ni pasar por nuestra puerta engalanada,
Ni recorrer nuestras calles con tu corona de espinas,
Ni con tu cruz a cuestas,
Cargando con el peso de nuestras culpas,
Que a tu paso, todas quedaban redimidas.
Señor, este año, te hube de mirar de frente,
Allí, en tu casa, en el Convento de San Francisco,
Donde tus ancianos desamparados,
Son el fiel reflejo,
De lo que llegarán a ser nuestras vidas,
Estas que hoy se yerguen
Altaneras, jóvenes, fuertes y llenas de dicha.
Señor, muéstrame de nuevo el camino,
Y deja que se conmueva mi alma con la injusticia,
Enséñame a alzar la voz
Y a estar al lado de los que sufren
Y sepa tender mi mano
Y ofrecerles una sonrisa.
Señor, que tu sufrimiento y tu dolor,
No sean en vano
Y que tu ejemplo y tu bondad,
Me ayuden a ser persona comprometida.
Que sepa mirar a mi alrededor
Y tener compasión del hermano
Y mirarles con la misma dulzura
Con la que tú nos miras.
Jesús, este año no pude asomarme al balcón
Y extender mis manos
Y rozar tu manto
Y sentir ese alivio
Y llenarme de alegría.
No pude ver la cara de tus hermanos de andas,
Cuando te marcan el paso,
Con sumo cuidado y perfecta armonía,
Ni descansar en mi puerta,
Ni santiguarme a tu paso,
Ni rezarte en silencio,
Mientras te cuento, todas esas cosa mías.
Manuel Espejo
(Julio de 2011)
"Cristo ha resucitado para todas las cofradías de Baena"
Y una vez más en torno de Jesús aparece la sorpresa, lo insólito, lo extraordinario. "Allí no está el cuerpo"... y unos hombres vestidos de blanco dicen: ¿por qué buscáis entre muertos al que vive?
La pregunta ha quedado flotando esperando una respuesta por parte de los cristianos. Aquellos hombres y el evangelista quieren que comprendamos que nuestro Dios, no es un dios de muertos, aunque muchos sólo se acuerdan de él ante la muerte, sino de vivos.
No es un dios de la oscuridad, de la piedra fría, del silencio, de la destrucción. No busquemos a Dios en nada de lo que para la humanidad ha sido muerte, violencia, soberbia.
No busquemos a Dios en la envidia, en el deseo de poder, en el representar, en la tiranía, en la imposición sin condiciones.
Habrá que buscarlo donde el hombre es capaz con sus actitudes de engendrar vida, sembrar esperanzas, poner ilusión, que rompe la rutina que nos paraliza.
Habrá que buscarlo en la mano abierta que se extiende al anciano, en el enfermo, en el que sufre, en el que está solo...habría que buscarlo en el amor junto al amigo solo o despreciado y calumniado.
A Dios hay que buscarlo en los hombres y mujeres que son capaces de dar todo, hasta la vida.
En este día en el que nos ponemos frente a la realidad de Cristo resucitado, hermoso broche de oro de la vida de Jesús, deberíamos pensar cual es nuestra colaboración a la vida, al progreso espiritual de nuestra cofradías, para que quién se acerque a nosotros pueda encontrar que nuestro Dios, frente a tantos nubarrones, reparte claridad, y nos da esperanza ante las desilusiones y desesperanzas que enturbian muchas veces nuestras relaciones.
Cristo ha resucitado, seamos cada uno de nosotros los portadores de esta hermosa noticia para tantos hermanos que se han quedado en la muerte y no ha llegado a la resurrección"
Comparto la idea de D. Juan de que "Hay que buscar un sitio en la procesión de este domingo porque Cristo ha resucitado para todas las cofradías de Baena".