Tras encontrarnos con un escenario lleno de detalles, nuestra Esperanza de San Juan caminando de espaldas en la lejanía iluminada por dos candelabros, San Juan, presente a través de esas palmas, ramas de olivo anunciando el Domingo de Ramos que se acerca, un dosel hermoso con la imagen de la Virgen y, bajo el que camina Ntra. Sra. Del Jueves Santo, así, tras el ambón con el símbolo de la Agrupación de Cofradías, nuestro Crismón de Baena, se sitúa Elena Lucena, pregonera de la Semana Santa de Baena de 2.014 y, ahora, podemos decir que con todos los honores.
Nos la presenta Javier Rojano, su antecesor en este privilegio y, lo hace como si anunciase la más bella melodía y el quebranto de amor más hermoso, acompañado de recuerdos de infancia y como no, el legado de nuestros mayores. Destaca dos aspectos importantes, su condición religiosa y la de cofrade ejemplar de la Ilustre Archicofradía de la Vera Cruz y Ntro. Padre Jesús del Prendimiento, quien tras mencionar a su padre Joaquín Lucena, cuadrillero de la primera de Judios de la cola blanca y a su hermano Carlos Joaquín como apoyo incondicional, la deja asomarse al balcón más hermoso de Baena, la muralla, mientras brotan las flores de azahar de los naranjos anunciando la Semana Santa y pone a Elena en manos de Ntra. Madre, la Esperanza de San Juan y nuestro Padre Jesús, que ellos te acompañen Pregonera…
Y allí aparece Elena, con esa cara que se asemeja a la de una dolorosa, con sus preciosos ojos verdes y una sonrisa tímida y natural, como es ella, mientras surge la poesía desde el primer instante, a través de su voz, suave, dulce como pocas… Pregonar es amar y lo demás falacias.
Nos va conduciendo poco a poco por el camino de los recuerdos, mientras, como ella dice, lo que me llora es el alma, al rememorar instantes vividos con los presentes y los que se fueron. Baena despierta con tu canto, se despereza al oír tu voz, también tus dos familias “Lucena y Pérez” se estremecen con tus versos y los que te acompañamos en esta bella mañana de primavera, mientras haces referencia a tu pasado, construido con pinceladas de recuerdos, hablándonos de tu padre, de tus abuelos, “Coliblanca naci”.
Emoción para una familia cofrade llena de sentimientos, cuando año tras año se contempla la ropa, limpias arreos; muchas manos y grandes voluntades, emoción que a todos nos toca cada Semana Santa.
De repente, suenan en el escenario las Campanas redoblando y escuchamos el sonido inconfundible de nuestra Baena. “José, despierta al niño”…Ese es mi chico, _comenta el padre mientras escucha su primer redoble.
Así nos anuncias el Domingo de Ramos, Cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, la cofradía de la eterna sonrisa e inocencia, como tú la llamas. Las emociones siguen fluyendo, poniéndonos los pelos de punta, mientras escuchamos el himno nacional y tras éste, una saeta que rompe el aire, la atmosfera que nos tiene atrapados con tu voz, luego, esa algarabía que se forma en el Prendimiento de Jesús y que todos imaginamos.
Son solo, imágenes a través del sonido, imágenes muy nítidas de nuestra Semana Santa, olor a traición y tradición, como tú dices. La turba susurra recuerdos, mientras pasa Jesús orando. ¿Quién ha vendido a Jesús? ¿Has sido tú que te escondes? ¡Dadme mi baqueta vieja, que triste está mi tambor¡ ¡Cruza tu lanza, sayón! ¿Quién de vosotros, baenenses, ha colocado su corona de espinas…? De nuevo afloran los recuerdos… Un bastón ha quedado entre sus dedos dormido para siempre.
Padre, abuelo, hermano, amigo. Baena se funde en un solo corazón. Romanos poderosos de cárdeno color vestidos, Preso vestido de Blanco, Cruz, escalera, báculo cáliz… Atributos y abrazo lleno de dolor, mientras se despiden de Jesús. “Presa está mi alma cuando bajo de la Almedina”, “llora la Almedina, mientras se aleja su Cristo”. Y tras este instante, nos hablas de las virtudes, el Maestro tuvo fe, nos dio Esperanza… ¿Quién ha puesto la traición en los labios de S. Pedro? Aroma a incienso inundándonos los sentidos.
Se oscurece la noche y una blanca azucena coronan como reina de Santa Marina, La Esperanza de San Juan. Ahora escuchamos las cadenas y la tambora de madrugada y la campanilla, mientras hacemos el Vía Crucis por la Almedina, en silencio, mucho silencio.
Y así, continúa penetrando tu poesía en nuestros corazones, nos emocionas y no tenemos más remedio que romper en aplausos. Suena la música del Miserere, observo tu rostro emocionado, también lo están los nuestros, ocultos en esta penumbra desde la que te contemplamos y tú, ahí, muy serena, sencilla, como eres. Así nos trasladas a la madrugada del Viernes Santo. Baena no duerme, luna que arbóreas sedentaria mientras esperamos a Jesús por nuestras calles. ¿Decidme, quien no ha hecho una promesa, ¿Quién de vosotros? ¿Quién esculpió tu cara nazarena? ¡Pimiento que morrón tocando vienes, empuja a ese discípulo apenado! Y ahora, nos estremece la marcha que toca la banda a la Dolorosa, muy emocionante.
Elena nos mira y en sus ojos verdes, se esconden, tantas sensaciones… Jesús clavado en la cruz aguanta. Madre e Hijo se miran por última vez. ¡Cuánto más mueres, más amas! Romanos de Angustias llenos de amargo caminar. El cuerpo más humano de Cristo.
La emoción vuelve a brotar, tatuada en sus recuerdos. Coliblancos en es esta noche, coliblancos más que nunca, coliblancos de la primera, coliblancos de mi padre… “Tira tu dado sayón” ¡Mira como viene¡ antes de que mi voz se quiebre, le dice a San Juan. Enlutados de triste caminar, Magdalena arrepentida, María, flor de pasión en noche de triste vigilia, Soledad, un clavo se ha caído entre tus dedos… Maternidad rota de amargura.
Un estruendo, música y silencio, desolación, miradas… ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? Él no ha muerto, anuncia María Magdalena… ¡Qué hermosos son los pies sobre los montes que anuncian la Buena Noticia¡ Resucita Jesús cuando estallan los tambores en algarabía. ¿Habrá nombre en Baena más bonito que Rosario? ¡Canta conmigo Baena¡ mientras te despides con estos versos dedicados a tus padres.
A ellos, que me acunaban si lloraba, que mi mano con fuerza sujetaron Y siempre me apoyaron si dudaba, a ellos, que con dulzura me educaron, padres cuya alegría yo adoraba, les dedico el amor que pregonaron… Enhorabuena.
Lourdes Tamajon y Manuel Espejo.
Madrid, 11 de Abril de 2.014.
EPÍLOGO
Juan Carlos Roldan Sillero (Presidente de la Agrupación de
Cofradías de Semana Santa de Baena) ha felicitado a Elena Lucena por el gran
trabajo que ha realizado y nos dice; He cerrado los ojos por un momento y he
visto nuestra Semana Santa.
¡Qué buena gente eres! le ha dicho de todo corazón, al tiempo
que también ha felicitado a su hermano Carlos, que sabe positivamente ha estado
al tanto de todo los detalles del Pregón.
Tu pregón ha quedado impreso en nuestros corazones y en la
historia de nuestra Semana Santa.
Luego ha hecho un breve balance de los diez años que han
trascurrido, cuatro como mayordomo y seis como Presidente de la Agrupación y
añade; Uno mira con cierta perspectiva y con gran convencimiento de cuanto ama
nuestra Semana Santa. Algo en lo que no tengo exclusividad, este amor hacia
ella lo comparto con el de todos los baenenses.
Todo lo hacemos por el bien de nuestra S. Santa afrontando
retos y superando cuanto se nos presenta. Nos plantea una pregunta:
¿Qué Semana Santa queremos tener en el futuro?
¿Para qué sirve la cuaresma?
Unamos nuestros sentimientos comunes, afiancemos nuestra fe y cuidemos nuestras tradiciones que son
las que dan identidad a un pueblo.
También ha reconocido la labor de todas las hermandades y
reivindicando una programación para nuestra cuaresma y, cómo no, su más
sincero agradecimiento a todos los que colaboran
con la Agrupación. Nada sería posible si no tienes un buen equipo a tu lado.
Por otra parte D. Jesús Rojano Aguilera, alcalde de
Baena, felicita a la Agrupación por la elección de nuestra Pregonera de 2.014,
elogiando como bella melodía el trabajo realizado.
¡Nos has hecho disfrutar con
tu pregón lleno de riqueza en el lenguaje y de poesía!
M.Espejo
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