miércoles, 8 de septiembre de 2010

ENCUENTROS CON EL NAZARENO- D. Francisco Baena Calvo

El encuentro define a la persona en la medida en que se encuentra con Dios. El encuentro rehace su corazón con un estilo nuevo, desautoriza nuestros apegos y reformula nuestra historia con criterios nuevos, los criterios del Evangelio.

El encuentro espiritual no es simplemente una relación de conocimiento intelectual sino existencial.


Cada encuentro con Jesucristo nos ilumina, nos renueva y, no pocas veces, nos desarma de nuestros prejuicios y complejos.


El encuentro con Jesús no deja indiferente a nadie. También hoy, como ayer, Jesús se hace el encontradizo y se encuentra con la persona, siempre desde nuestra historia concreta, siempre desde nuestra vida.

El encuentro con el Nazareno, en la experiencia de muchos, ha hecho estallar en “mil pedazos” vidas encaminadas por “falsos caminos “y propuestas que no llevan más que a la frustración y al vacío.


Cuando la felicidad se asocia a un momento de placer, a tener un buen coche, a comprar una marca determinada de ropa, a conseguir ciertas medidas de peso, a no complicarse la vida por ayudar a los demás… es entonces cuando la frustración se hace dueña de tu espíritu y aflora el “vacío en tu alma”. Y esos momentos son privilegiados para abrirse al Eterno, porque Él susurra “mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo” (Ap 3,20) ”.

El cantante dominicano Juan Luis Guerra tuvo un encuentro personal con Dios. Él mismo decía en una entrevista. “No tenía paz. Tenía problemas para dormir y tomaba muchas pastillas. Es más, pensaba que si ganaba un Grammy iba a estar mejor, y, al contrario, lo gané y estaba peor… Mi conexión es con Dios. Dios me ha hecho mejor en todos los sentidos. Soy mejor persona, mejor padre, mejor esposo, mejor músico”.



Amada Rosa Pérez era una de las modelos más cotizadas de su país, Colombia, y actriz de éxito. Padeció una enfermedad y empezó a cuestionarse toda su existencia.
Comentaba que “Me sentía inconforme, insatisfecha, sin rumbo, sumergida en satisfacciones pasajeras, pero siempre buscaba respuestas y el mundo jamás me las dio”.

Añadía Amada: “ser modelo significa ser un punto de referencia, alguien cuyas actitudes son dignas de reproducir y yo me cansé de ser una modelo de superficialidad. Me cansé de un mundo de mentiras, apariencias, falsedad, hipocresía y engaños, una sociedad llena de antivalores, en la que se resalta la violencia, el adulterio, las peleas, un mundo que exalta las riquezas, los placeres, la inmoralidad sexual y el fraude”.




Amada confesó que antes de su “conversión” se sentía vacía y estaba sumergida en un mundo en donde tenía fama, contratos, dinero y éxito, pero aún así sentía que no tenía nada…
¡Recuerda que tu vida tiene sentido y que toda ella es una llamada de Dios que solicita una respuesta en claves de entrega, servicio, justicia, solidaridad, esperanza, perdón y amor!



¡No lo olvides! No te dejes engañar por falsos caminos y propuestas que no llevan más que a la frustración y al vacío, sabiendo que “es a mí a quien Dios espera con las manos abiertas, mendigando a las puertas cerradas de mi alma” (Caryll Houyselander)




Texto del Sacerdote D.Francisco Baena Calvo ( Luque, Córdoba )



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