JUEVES SANTO2009

Reflexión sobre los verdaderos valores de las Virtudes tomada del Pregón de la Semana Santa 2009 de Lourdes Tamajón

VIRTUDES TEOLOGALES
Primero camina la Fe; lleva una venda en los ojos que simboliza fundamentalmente, que uno se fía de alguien que lo único que desea es nuestro bien. Alguien como Dios que me quiere, me salva y me da esa garantía para actuar, cuando tengamos esa confianza en Él.
Por medio de la fe, debemos ser transmisores de lo que Jesús hizo, logrando que la vida de Dios, sea reconocida por los demás a través de nuestras obras.

Le sigue la Esperanza: afianzándose en el cumplimiento de las promesas de Dios. Esta virtud nos debe poner en movimiento y tomar una actitud para alcanzar siempre lo que Dios nos propone.

Detrás va la Caridad: Es la virtud nuclear del sentimiento cristiano, porque si no hay caridad, todo lo demás se queda en mera palabrería. No nos puede faltar nunca. San Juan nos dice: El que ama a Dios a quien no ve y no ama al prójimo al que ve, es un mentiroso. (1Jn 4-20)
Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos (Jn 15;13-14), o como dice San Pablo en su carta a los Corintios: la Caridad es paciente, es servicial, no es envidiosa, no se pavonea, no se engríe, la Caridad, no busca el propio interés, no se irrita, no toma en cuenta el mal, la Caridad no se alegra de la injusticia, pero se alegra de la verdad. Todo lo excusa, lo cree todo, todo lo espera, todo lo tolera. La Caridad no pasa jamás. (1Cor 13;4-8)

VIRTUDES CARDINALES
Son la concreción de la comunión y unión con Dios en nuestra realidad terrena.
Prudencia; De la sencillez y del sentido común, Dios nos da esa sabiduría para saber como comportarnos, con Él y con las personas. Es manifestarnos sin creernos que uno mismo es más que nadie, San Mateo nos dice: Te doy gracias Padre del Cielo porque has ocultado estas cosas a los sabios y se las has revelado a los sencillos. (Mt 11;25-26)
No juzgues a tu hermano y mírate a ti mismo primero (Mt 7;1-5).

Le sigue la Justicia, si no hay justicia, la Caridad se devalúa. No nos olvidemos de la justicia, la misericordia y la fe. Lo dice Jesucristo. Es la postura de Dios para darle al pobre lo que nadie le ha dado en la vida. Dios es tan bueno, que por su misericordia y a pesar de nuestra debilidad, nos da lo que no nos corresponde, solamente por el mero hecho de ser persona e hijos suyos.
No es un pago a lo que se ha hecho, sino un reconocimiento a lo que se es. Saluda al que no te saluda, presta, al que no te devuelva.
Intentemos ser perfectos como el Padre, que hace salir el sol sobre buenos y malos.

Fortaleza nos dice, que necesitamos ser fuertes para vencer las dificultades que nos llegan en la vida y ser fieles a lo que Dios nos propone.

En último lugar camina la Templanza. Es la sobriedad de la vida para saber discernir donde radica la felicidad.

“El tener o el ser”. ¿Dónde ponemos el acento? ¡En ser persona o en tener para consumir!, lo que tiene que manifestarse es el amor de Dios. Descubrir como es uno de auténtico y en la religiosidad, transmitir lo fundamental de Dios, que nos enseñó lo que es dar la vida por los demás.